5.14.2008

Frases para empezar

Hete aquí frases que llevo arrastrando, fueron el comienzo pero nunca tuvieron más... quizás unos puntos suspensivos...como estos...

Era machista leninista y catódico apostólico.


Déjame que te acaricie en tu planicie.


Todo cuanto amo en esta vida está en la cama de otro.


Cada vez que te veo, me mareo.


Déjame darte todo mi arte.

Te e.x.t.r.a.ñ.o.

Te extraño mogollones. Entre el humo de mis recuerdos te añoro...Busco tu nombre en internet como que fuese a encontrarte. A veces te veo y me dices algo...otras te kedas mirando...y sonríes...preciosa...con las piernas cruzadas...riéndote...entonces me enciendo un cigarro y me kedo observándote...te veo entre la cortina de humo... me rezo tieso... nos quedamos mirando...tocándonos con los ojos...rozándonos con los deseos... yo te siento...siento como te humedeces...como me llaman tus labios...como se aprietan tus muslos...se que me estas oliendo...se que te palpita el corazón...apenas te mueves...solo tu interior...y la sonrisa que me vuelve loco...lo sabes...yo me hago el duro, mi pinga esta dura...y palpita...y palpitamos...ladeas la cabeza y me recuerdas lo linda que eres ... sufro, como un perro...perra... estoy embobado admirándote...tu luz...tu remolino...tus remolinos... tu caracola que escuha el mar...quiero escuchar el mar...quiero escucharte ... quiero revolcarme en tus remolinos...dar vueltas y escucharte jadear...tu lo sabes...lees mis ojos...y nos quedamos así, un rato, mirándonos hasta el final.
Te e.x.t.r.a.ñ.o

El día que me perdí

El día que perdí la autoestima. No me acuerdo de si llovía o nevaba, de si hacía un sol del carajo o de si al día le cubría la niebla. No me acuerdo del día de la semana, ni del mes del año, ni de si llevaba abrigo o iba en traje de baño. No recuerdo si me saludó la vecina, si cerré la ventana, si ese día comí en casa. Sólo sé que ese día perdí la autoestima.

El día que perdí la inocencia venía de haber visto mucho sonrisas y lágrimas, de tener inundado el patio de mi casa. No veía el telediario y no me asustaban las palabras. El día que perdí la decencia el mar estaba en calma, me sangró el alma y me quedé sin nada.


El día que perdí la dignidad no se estaba nada mal. España iba bien. El color azul lo anuncia. Ya había estudiado de todo, ya dominaba varias lenguas y para entonces ya había perdido la autoestima. El Real Madrid había fichado a otro galáctico pero Raúl tenía un leve dolor de cabeza y no hubo declaraciones.

El día que perdí la modestia se me hizo grande la boca, se me hinchó el pecho, golpeé al aire y me llené de gloria.

El día que perdí la vergüenza todo el mundo me miraba, todos se descojonaban, yo lloraba por dentro y ellos me juzgaban.

El día que perdí las llaves trepé por la ventana.

El día que perdí la humildad estaba de rebajas.

El día que perdí la consciencia todo me daba vueltas.

El día que te perdí; Yo me quedé sin palabras y tú sin poemilla.